Cuando el 3 de junio de 1965 Rolls Royce le entrega al popular Beatle uno de sus buques insignia y orgullo de la casa, el Rolls Royce Phantom V, uno de los 516 vehículos fabricados entre 1959 a 1968 que era tan exclusivo que muy escasas personalidades en el mundo podían acceder a el-y hablamos de personalidades tales como la Reina Isabel II, el Sha de Iran, El mariscal Tito y el Rey Olav de Suecia- jamas supusieron la excentricidad a la que sería sometido el auto.
En realidad creyeron suficiente con haber satisfecho sus pretensiones de estrella de Rock cuando por pedido expreso del nuevo dueño incorporaron al auto un televisor Sony, un teléfono (estamos en 1965), una nevera ejecutiva, una radio estéreo, un altavoz externo y una cama matrimonial en la parte de atrás.
Tal como correspondía a un vehículo de esa categoría era sentenciosamente negro. A lo cual John Lennon jamás se acostumbro. Lo aburría tanta monotonía. Es por ello que a los dos años de haberlo adquirido optó por cambiarle el color.
Bueno en realidad eligió decorarlo con un radical estilo Psicodélico, movimiento muy en boga por esa época y que a grandes rasgos implicaba una contra-cultura a los valores impuestos por entonces. Y que mejor para demostrarlo que modificar el estandarte de soberbia y orgullo de la Industria Británica y agiornarlo a los nuevos tiempos.
El impacto fue muy grande en el Status Quo de la acartonada sociedad Británica, por lo que fue criticado, insultado e inclusive violentado. Como cuando una señora mayor al ver el vehículo pintado de ese modo agredió físicamente a su autor con el paraguas recriminándole lo que le había hecho a un «Rolls Royce.»
La modificación del auto, tal como sostienen algunos no fue hecha por el mismo Lennon. De esto se encargo un taller especializado, como era el del Carrocero JP Fallon Limited. Utilizando el diseño de un artista gitano de nombre Marijke Koger, el artista plasmó en el vehículo toda su magia, empresa esta que le costó a Lennon unas 2.000 libras esterlinas, algo así como U$S 4.200 de la época.
En 1971 la pareja compuesta por John Lennon y Yoko Ono se muda definitivamente a USA llevándose consigo el auto en cuestión.
Ya situados en New York el auto fue generosamente cedido para su uso a personalidades de la música como los Rolling Stones, the Moody Blues y Bob Dylan. Lennon rara vez lo volvió a usar y tras un intento fallido de venta decidió entregarlo al fisco en la suma de U$S 225.000 en concepto del pago de un saldo por una deuda impositiva contraída con el Estado.
Posteriormente fue subastado y lo compró Jim Pattinson, titular de Ripley´s International para ser exhibido en su museo.
Hoy y tras haber cambiado de propietario sólo es exhibido para eventos de recaudación de fondos en el Museo Royal British Columbia en Victoria, Canadá.
Mas allá de que nos parezca extraño esta pseudo confiscación del auto por parte del Estado Norteamericano, no nos olvidemos que la pareja Lennon/Ono estaban enfrentados con la administración de Richard Nixon por sus actividades sociales y políticas en contra de la guerra.
Es mas, Nixon durante su mandato intentó deportarlos del país, ya que nunca le habían otorgado la Green Card o permiso de residencia permanente. Esta persecución duro hasta el escándalo de Watergate, en el que debió renunciar en pos de la asunción de Gerald Ford. Al nuevo Presidente asumido ya no le intereso la inútil lucha encarnizada que llevara a cabo su desprestigiado predecesor, logrando obtener la pareja a partir de ese momento la residencia permanente y el cese de los ataques judiciales en pos de la deportación a su país de origen.
John Lennon fue asesinado el 8 de diciembre 1980 de cinco tiros por la espalda a los 40 años de edad.