Minerva, Diosa guerrera de la mitología griega, presto su nombre para nombrar a un vehículo terrenal que mas allá de sus dotes de elegancia y diseño, poseía una aura digna para trasladar a los mismísimos dioses en el Monte Olimpo.
Minerva S.A. fue fundada en la ciudad Belga de Amberes allá por 1897 por un entusiasta y joven empresario llamado Jong Sylvain, el cual se dedico a la fabricación de bicicletas y posteriormente motocicletas.
A partir de 1902 incursionó en la fabricación de pequeños autos impulsados por motores de dos cilindros y provistos de mecánicas aportadas por proveedores externos, tales como Panhard y Knight entre otros.
De a poco Sylvain fue incursionando en las competencias deportivas de su época y en la fabricación de automóviles mas grandes, por lo cual en lo inicios de los años 20 mas allá de la gran reputación ganada en los circuitos de carreras, se gano un lugar entre los grandes constructores de automóviles de lujo al punto de compararse a los productos de esta firma con marcas como Rolls Royce y Mercedes Benz entre otros.
La serie AK fue tal vez el ejemplo mas destacable del desarrollo que había alcanzado la firma a fines de los años 20, mas allá de su innovadora motorización.
Esta consistía en la adopción de motores con sistema Knight, los cuales por ser un motores sin las válvulas convencionales poseían una gran potencia y suavidad en el andar,.
Sus chasis fueron carrozados por los mas destacados carroceros de la época, logrando así un vehículo de lujo alternativo a las grandes marcas del viejo continente.
El modelo AK de Minerva se fabricó desde 1925 a 1928 desconociéndose la cantidad de unidades producidas.
Estaban equipados con el descripto motor sin válvulas Knight de 6 cilindros y 5.334 cm3. y vestidos con elegantes carrocerías, tal como una unidad que llego a Argentina, la cual fue rescatada en un estado deplorable el cual impedía dilucidar que alguna vez ese conjunto de hierros sin forma hubiera sido un Town Car carrozado por Henri Labourdette.
La empresa no pudo sortear como constructora de autos de lujo la depresión de los años 30.
Sus elitistas y caros productos no encontraron asidero en el nuevo mundo que se avecinaba, por lo cual debió cerrar sus puertas en 1936, siendo vencida de este modo la Diosa de la Guerra por lo menos en el plano terrenal.
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