Es «La Bugatti» por excelencia, el icono de la marca que la catapulto al podio asignado a solo unos pocos.
La quintaesencia del auto de Grand Prix. Fue tal su éxito en las carreras y el interés que despertó en el publico que la Casa de Molsheim creo una derivación de calle, por así decirlo, un poco mas económica para el usuario particular que le gustaba despuntar el vicio de la velocidad de vez en cuando. Así nace la Type 35A. Aplausos!!
Poseía un motor de 8 cilindros en linea de 1991 cm3, 3 válvulas por cilindro y cinco cojinetes de apoyo sobre un novedoso sistema de rodillos que le permitían alcanzar las 6.000 RPM, todo este conjunto erogaba una potencia de 90 CV sobre una vehículo ágil y liviano que pesaba 750 Kg.
Mas allá de las prestaciones de su novedosa planta motriz esta era un alarde de buen gusto en cuanto a su diseño, calidad y presentación de los materiales empleados para su construcción, se construyo desde 1926 a 1930 fabricándose un total de 130 unidades.
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