De muy chico y acompañando a mi Padre en viaje de negocios desde Tandil a Buenos Aires, ingresábamos a la gran urbe por Ezeiza.
Allí, en una esquina vidriada y amplia estaba la razón de mi viaje y la causa para soportar tan aburrida travesía.
» Ford Antiguo La Biela» de Nestor Corsi. En ese salón se exponían desde Ford T y Ford A hasta todo artilugio que tuviera que ver con la marca y los modelos en cuestión.
Me pasaba horas contra la vidriera admirando a nuestros populares y tan conocidos pioneros de la locomoción (como diría el tango «de chiquilin te miraba de afuera, como esas cosas que nunca se alcanzan)
Un día cualquiera, sin mediar una palabra a este incondicional admirador de tantos años, la esquina cerró.
El gran cartel azul que nos invitaba al recinto de vetustas maquinas ya no estaba, y lo único que me quedó, aparte de una gran desazón en el alma por el tesoro perdido, fue una tarjeta debajo del vidrio del escritorio de mi padre.
Me acuerdo como si fuera hoy como la observaba y me preguntaba ¿adonde fueron los últimos Ford T cola de avispa que tanto había admirado, asi como su dueño? – .
Mas tarde, gracias a algunos programas de televisión y recortes en diarios, conocí la respuesta.
Se fueron para Córdoba, mas precisamente a una localidad llamada San Marcos Sierras. Pero las cosas cambiaron allí. Pasaste de arreglar Fords a componer la salud de la gente, de reparar burros de arranque de 6 volts a curar el cáncer, ébola y toda otra peste que azote a la humanidad. De ser comerciante de autos clásicos a ser un profeta enviado por Dios con la verdad revelada y de tener un taller mecánico a construir una monumental piramide para absorber la energía del universo y curar las almas que sufren en este mundo.
Fue así que lo vi al antiguo dueño en fotos con cadenas, pero no eran el accesorio que el popular modelo T usaba para circular por la resbaladiza nieve, sino unas con formas de grilletes. Todo esto por algún malentendido y por alguna que otra denuncia de ciertos profesionales, los cuales tras haber dedicado su vida al estudio de la medicina, luego de haber pasado años encerrados en Universidades y colegios y de haber robado tiempo de su familia viajando a Congresos para perfeccionarse, se sintieron un poco ofendidos con estas practicas poco ortodoxas del arte de la curación.
Como se atreven!!! con todo lo que sabemos nosotros de Autos Clasicos
Volviendo a los poderes curativos del Ford T, Henry Ford, ademas de fabricar el auto mas popular de todos los tiempos, el llamado Tin Lizzy, usó un acero especial en el vehículo, sobre todo en el chasis, lo cual le confería una liviandad, flexibilidad y resistencia poco conocidas hasta entonces. Estamos hablando del uso de un material llamado Vanadio, el cual mas allá de tener las cualidades anteriormente enumeradas, quizás tenga un efecto colateral no conocido aun por la ciencia formal. Superpoderes? ….. preguntemosle a Corsi!! 😉
FORD T… HEALING POWERS?
From very young when I accompanied my father on a business trip to Buenos Aires from Tandil , we entered the big city through Ezeiza. There, in a corner wide and glazed , was the reason for my trip. That was the only reason why I endured that long, boring trip.
» Ford Old La Biela » of Mr. Nestor Corsi . In that exposed from Ford Model T and A to everything having to do with the brand and the models in question . I spent hours against the window , admiring our popular and known as pioneers of locomotion . One day, without saying a word to this unconditional admirer of many years (im talkink about me of course) , the corner closed .
The large blue sign inviting us to the site of old machines was gone, and the only thing left me , apart from a great sadness in the soul for lost treasure, was a card under the glass of my father’s desk . I remember like it was yesterday as I watched it and wondered Where did the last Ford T wasp tail that i used to admired go?. And where the owner of these magnificent cars go? –
Later, thanks to some TV and cuts in newspapers, I knew the answer.
They went to Córdoba, more precisely at a place called San Marcos Sierras. But things changed there. Instead of fixing Fords he become someone who makes up the health of people. He let go the arrangement of car engines, to cure cancer and Ebola. And every other plague that scourge to humanity. You stopped being classic car trader, to transform into a prophet sent by God to revealed truth. And he also let go of a garage build a monumental pyramid to absorb the energy of the universe and heal the suffering souls in this world. Once I saw was the former owner in photos with chains, but they were not that popular accessory Model T used to driving on the slippery snow, but some with forms of shackles. All this for some misunderstanding and the odd complaint from some professionals, who after having devoted his life to the study of medicine, having spent years locked up in universities and colleges and stealing time from their family to improve, felt a little offended by these unorthodox practices of the art of healing.
How dare !!! with all that we know about Classic Cars ( fixing cars is one thing , compose the human machine , something a little different ).
But back to the healing powers of Ford T.
Henry Ford, in addition to making the most popular car of all time, called the Tin Lizzy, used a type of special steel in the vehicle, especially in the chassis, which made it lightweight, flexible and durable.
Qualities little known until then.
We are talking about the use of a material called vanadium, which beyond having the qualities listed above, may have an effect not known even by formal science!! . Superpowers? why dont we ask Corsi!! ; )
Pensar que mientras ajustaba carrocerías de los viejos Ford T y desarmaba los campos magnéticos de los motores de estas viejas reliquias, con mi mameluco de color verde, cubierto por grasa a igual que mis manos, mi mente estaba en la vacuna CNS 629. Con nadie lo podía compartir, mas que con mi querida y amada Madre, porque naturalmente para cualquiera hablar de Cáncer, siendo mecánico de automóviles antiguos, sería imposible de aceptar.
Hoy, después de casi tres años en prisión, consta en la causa, que los 25 millones de dólares, invertidos en el desarrollo de lo que hoy es la exitosa fórmula de la vacuna CNS 629, la fuente de ingresos fue la famosa y tan querida a nivel nacional e internacional, llamada: La Biela
Gracias por compartir y hacerme recordar momentos tan gratos y tan duros.
Hola nestor,
Me gustaría contactarme con usted. Estoy recopilando parte de su vida en este blog.
https://microhistoriasargentina.blogspot.com/
Saludos!